Mientras estuve estudiando fuera, aprovechando que mi pareja vivía en la misma ciudad, decidimos compartir piso para evitar tener que hacer lo propio con desconocidos. La verdad es que se estaba muy bien, para qué vamos a engañarnos. Por aquel entonces tenía 21 años... estuvimos viviendo juntos hasta los 26 (hace un año, vamos).
Pasaron muchas cosas, murió y nació gente, coliflores y renacuajos. A mi vida llegaron el final de los estudios, la soltería, el paro y el acoso de los informáticos. Regresé a casa de mis padres, donde sigo hasta ahora. En cuanto termine las prácticas tengo intención de irme de nuevo, ya que teniendo a mi actual novio en la otra punta del país, no pinto mucho en casa. Por preferir, preferiría irme a vivir nuevamente en pareja... pero como eso no depende de mí únicamente, ya se verá con quién acabo encerrada entre cuatro paredes. Tal vez con algún psicópata. De hecho, es lo más probable.