"¿Volverá Nintendo a ser lo que era?" Cuántas connotaciones en una frase tan aparentemente simple.
Doy por supuesto que nadie aquí cuenta con una bola de cristal, de esas que otorgan el don de la clarividencia, así que lo único que puedo hacer -al igual que todos, supongo- es especular. Desde mi punto de vista, lo primero que habría que analizar es cómo ha llegado Nintendo al estado actual en el que se encuentra; que sin ser dramático, la relega a un segundo plano algo más sombrío del que acostumbraba a ostentar.
En términos de éxito comercial, Nintendo 'dejó de ser lo que era' cuando la primera PlayStation entró al mercado, propagando su visión del videojuego por buena parte de occidente y enseñándole a unos jugadores todavía nóveles -en su inmensa mayoría- lo que tenía que ofrecer. Esa fue la primera vez que Nintendo sufrió una estacada de semejante magnitud, y los resultados no pudieron adoptar otra forma que la de productos abocados al fracaso comercial -relativo fracaso, pues hasta donde sé, aún así supusieron ganancias para la compañía-, que recibirían los nombres de Nintendo 64 y Nintendo GameCube. Grandísimas consolas de sobremesa ambas -particularmente GameCube, uno de mis sistemas favoritos de todos los tiempos-, que por una serie de factores conjuntos no fueron capaces de sobreponerse a la ya liderante máquina de Sony, que arrastró un monopolio sin parangón hasta la generación que ahora mismo dejamos atrás -y que precisamente, fue este exceso de confianza el que jugó en contra de PlayStation 3 en sus inicios-.
Es necesario comprender esto para entender por qué Nintendo ha cambiado tanto desde entonces hasta ahora. Bajo la nueva dirección y mando de Satoru Iwata, y luego de haber resultado perdedora de las dos batallas generacionales anteriores, Nintendo había comprendido que tenían que salirse de todo convencionalismo en su nuevo sistema, fuera cual fuera el concepto que se trajese entre manos, para intentar competir desde otro ángulo; utilizando a un público que, hasta entonces, no había sido explotado, o al menos no a tal nivel. Aquí es cuando entra en juego Wii, una consola con un enfoque claramente casual -perdón por la terminación, no me gusta usarla pero en este caso no trae ninguna connotación ofensiva y creo que facilita la comprensión- y con un concepto particularmente atractivo, como era el sensor de movimiento como control principal y las posibilidades que esto dejaba entrever.
El resultado lo conocemos todos. Decenas de millones de ancianos y ancianas, padres y madres, tíos y tías y, por supuesto, jugadores tradicionales -donde un servidor se incluye- se llevaron la consola y ésta empezó y terminó ganando una generación que, si bien aún no ha terminado, sus números aún se sitúan a favor de la blanquita por un magen de creo recordar aproximadamente 20 millones de unidades. La pregunta que nos podemos hacer inmediatamente después es: ¿fue Wii un éxito debido sólo al público ocasional? Bueno. No me atrevería a aseverar nada con rotundidad, el éxito de un producto a menudo es fruto de una serie de circunstancias afines a éste, y digo circunstancias, en plural, pero he de reconocer que buena parte del éxito de Wii recae sobre personas que hasta entonces nunca se habían adentrado en el mundo del videojuego. Por supuesto, Wii tiene sus buenas decenas de joyas, y en ella se desarrollaron los que para mí son algunos de los mejores videojuegos de todos los tiempos -empezando por sendos Super Mario Galaxy, por ejemplo-, pero éste sería otro tema que difiere del que se quiere tratar aquí.
Gracias a este éxito, Nintendo, o más bien sus cabezas pensantes, determinaron que la jugada podría repetirse por segunda vez, y aquí fue cuando llegó la -parafraseando a Bastion- Gran Calamidad. Nintendo no vio o no quiso ver que ese público que una vez ganó con Wii era un público vacío y circunstancial, gente que actualmente está invirtiendo su dinero en otros dispositivos como pudieran ser smartphones o tablets, ignorando por completo no sólo a la sucesora de la que una vez hizo sus delicias jugables, sino a todo lo relacionado con la industria del videojuego. El público casual que una vez le perteneció, se esfumó. En la otra cara de la moneda tenemos a un considerable número de jugadores tradicionales que se sintieron traicionados, pero lo que más juega en contra de Nintendo no es ese sentimiento de traición por parte del jugador, sino la sensación de desconfianza que envuelve a la compañía de Kyoto. Muchas personas ven a la Nintendo actual como una compañía que ha perdido el norte; una compañía irreconocible e insegura de sí misma que no se aventura a mirar de tú a tú a la competencia como hizo en otro tiempo. Una compañía que no tiene claro hacia dónde virar y que en cualquier momento puede acabar a la deriva.
Nintendo necesita volver a ganarse la confianza en el jugador, y Nintendo debe y tiene el poder para hacerlo posible. No lo dudéis, Nintendo puede hacerlo. Si por algo se caracteriza, es por tener el que quizá sea el mayor número de sagas longevas así como memorables del mundillo; sorprende la cantidad de joyas cuyo nombre siguen siendo sinónimo de diversión, y éstas abundan no sólo cuantitativa sino cualitativamente. Nintendo debe de ser consciente de esto, debe dejar atrás sus temores y debe empezar a demostrar esa variedad que oculta. Tiene que sorprender y luchar. Declaraciones como: "nosotros no estamos compitiendo porque buscamos mercados distintos" deben de cesar. Por muy tópico que pueda sonar, Nintendo debe de ser capaz de encontrarse a sí misma, y debe ser capaz de ofrecer lo que hasta este declive dábamos por supuesto que obtendríamos de ella. Empezando por un cambio en sus políticas -a varios niveles-, y terminando por un cambio de enfoque radical. Como el día y la noche.
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Que la bajada coincidiera con el advenimiento del triplete Mario Kart 7, Mario 3D y MH3U (Mucho mas importante que el OOT).....es algo muy diferente.
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y si no te gusta que te menciones pues no postees en este un foro, si ahora resulta que se te tiene que pedir permiso para citarte ![[carcajad]](/images/smilies/nuevos/risa_ani2.gif "carcajada")
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