Hemos decidido poner todo esto a prueba utilizando hardware de PC equivalente basado en la misma arquitectura AMD de las consolas de nueva generación. Por un lado esto tiene desventajas, ya que el entorno cerrado de las consolas aporta mejoras de rendimiento respecto a PC, y además cada máquina usa su propia API gráfica la cual, presumiblemente, también añade otro diferencial de rendimiento. Por el otro, sabemos que los títulos de lanzamiento de la nueva generación se han desarrollado inicialmente en PC y ahora se están haciendo ports para las nuevas consolas. Además esto es un ejercicio puramente teórico, así que los puntos en común de la API implican que la tecnología gráfica de ambas plataformas se está probando en igualdad de condiciones. En cualquier caso no olvidemos que esto es un experimento de hardware, nada más.