La batalla que están librando
Apple y el FBI ha puesto en alerta a todas las compañías de Silicon Valley. Ante la
primera victoria de la oficina federal las empresas están aumentando la seguridad y una de ellas, WhatsApp, ha decidido activar el cifrado de extremo a extremo para que ni la filial de Facebook ni terceros puedan escuchar o leer las conversaciones hechas mediante la aplicación de mensajería.
Más de
mil millones de personas tienen la posibilidad de intercambiar mensajes, realizar llamadas telefónicas, enviar documentos, fotos o vídeos mediante WhatsApp. Hasta ahora la compañía había aumentado de forma progresiva su seguridad, pero a partir de hoy es global, afecta a todas las funciones de la aplicación y está disponible para todos los usuarios independientemente del sistema operativo de su terminal (iOS, Android, Windows Phone o BlackBerry).
“La idea es simple: cuando envías un mensaje, la única persona que puede leerlo es esa persona o grupo de chat al que envías el mensaje”, explica la compañía en un
comunicado. “Nadie más puede ver ese mensaje. Ni ciberdelincuentes, ni piratas informáticos, ni regímenes opresivos, ni siquiera nosotros. El cifrado de extremo a extremo ayuda a que la comunicación privada vía Whatsapp sea algo así como cara a cara”.
El cifrado de extremo a extremo se activa por defecto y está en funcionamiento todo el tiempo, sólo hay que ser usuario de la última versión de WhatsApp (disponible desde el 31 de marzo) para que se ponga en marcha. Este sistema hace que cada mensaje o fichero sea enviado con un cifrado que sólo emisor y receptor pueden descifrar con un código. Cada mensaje tiene su propio código y todo el proceso es automático, sin necesidad de ajustes o intervención del usuario.
La seguridad había sido uno de los aspectos más criticados de WhatsApp, pero completando el cifrado de extremo a extremo envían dos mensajes muy claros. Por un lado ponen fin a los comentarios sobre la falta de seguridad de la aplicación de mensajería y por otro mandan un recado a todas las agencias de seguridad, gobiernos o jueces, para decirles que de nuevo van un paso por detrás de la tecnología. Veremos hasta cuándo.