Nintendo anunció en agosto de este año una ligera bajada del precio de Wii U en un intento de reavivar las ventas de la consola. Junto con el lanzamiento de algunos títulos como
The Legend of Zelda: The Wind Waker HD o
Pikmin 3, el sistema de la compañía nipona consiguió vender 300.000 unidades en el trimestre que va de julio a septiembre. Casi el doble que en el trimestre anterior, con 160.000 unidades de Wii U vendidas. Las ventas globales de Wii U suman hasta la fecha 3,91 millones de unidades.
Sin embargo, la buena cifra de ventas del último trimestre no acerca el cómputo global a las previsiones de ventas de Nintendo, cuyo objetivo es vender 9 millones de Wii U para el final del año fiscal de la compañía, en marzo de 2014. Algunos analistas han visto la reticencia a rebajar la previsión de ventas como una muestra de la confianza de Nintendo en una potente campaña de Navidades.
La compañía declaró en un comunicado esta mañana que "Wii U está teniendo un impacto negativo en los beneficios de Nintendo", reconociendo unas pérdidas netas de 82 millones de dólares. La compañía de Satoru Iwata achaca el descenso en los beneficios a las rebajas del sistema en EE.UU. y Europa, gastos relacionados con marketing y gastos de investigación y desarrollo para juegos de Wii U.
En las portátiles, 3DS se mantiene estable, con 3,89 millones de unidades vendidas en este periodo, llegando a una cifra global de 34,8 millones de consolas vendidas. Nintendo ha señalado que
Pokémon Edición X y Pokémon Edición Y han "mostrado ventas iniciales extremadamente sólidas", y que están ayudando a impulsar la popularidad del sistema.
Nintendo aseguró que el plan para Wii U pasa por "centrarse en lanzar proactivamente títulos clave
first-party hacia el año que viene para que la plataforma gane inercia", refiriéndose a los lanzamientos de
Wii Party U y
Super Mario 3D World. La compañía también prevé reducir costes abaratando el proceso de fabricación de Wii U y 3DS.