La sensación de colocar un cartucho, soplarlo, coleccionarlo, no tiene precio...
bueno, en realidad, si tiene precio. Coleccionar cartuchos es caro.
A mi por ejemplo, si quisiera coleccionar los mejores juegos de SNES, NES y de NeoGeo, me saldría por un ojo de la cara.
Total, hago lo que hacía de pequeño cuando tenía esas consolas y cartuchos: jugar y pasármelo pipa.
Es más: en su día daría lo que fuera por jugar a máquinas recreativas, a la SNES, a la NES, a la Mega Drive, a la Neogeo... en la palma de mi mano. En una consola portátil.
Eso si, reconozco que poner un cartucho y encender la consola es algo especial.
Pero... también eso de ir a la estantería y buscar entre cientos de cartuchos, sacar uno, buscar la consola, enchufar los cables... y toda esa ceremonia, a veces te entra perrería y al final acabas por no jugar por la perrería esa.
¿y el formato digital que tan de moda está ahora qué?
las roms y emuladores a la postre son lo mismo.