Esto del GamePass me ha hecho volver, en cierto modo, a mi infancia.
Me refiero, concretamente, al acto de descubrir juegos por mi mismo, sin saber absolutamente nada de ellos. Probar un juego desconocido solo por qué pinta bien su tráiler o, incluso, porque tiene una carátula chula.
Cuando te los compras, primero investigas. Buscas críticas etc. No compras a lo loco. Estamos sobreinformados.
Pero con el GamePass me puedo dar el gustazo de bajarme un juego que pinta curioso sin miedo a palmar 10€ en una mierda de juego. Y así, descubrir maravillas como OBSERVATION, del cual desconocía su mera existencia.
Como decía el Dr. Manhattan: ”habia olvidado la sensación de la incertidumbre, del desconocimiento".
Que gozada.