En realidad, éste es uno de los errores más gordos que ha cometido Microsoft.
Llegar tan tarde a un mercado, cuando la competencia ya lleva casi un año vendiendo en él, significa que pierde muchísimas ventas.
No ya las que no ha vendido, si no las que no va a vender.
Porque mucha gente, que quería una consola nueva, y que no se puede permitir más de una, ya habrá pillado la PS4 si no han tenido paciencia como para esperar casi un año. Así que para MS cuenta como una venta menos.
Está claro que vender más, va a vender, porque habrá gente que la haya estado esperando y la compre, otra gente que ya tenga la PS4 pero también quiera la ONE. Pero no se va a acercar ni en broma a la PS4 a nivel global.
Si ahora están 10 a 5 y si MS hubiese lanzado la ONE a la misma vez que PS4 en esos mismos 28 territorios, quizás estuviesen en 10 a 8 o incluso 9, por llegar tan tarde seguramente no pasen de 7 millones.
Vamos, que para principios de 2015 quizás la proporción no siga en amuento, si no que baje, pero va a seguir siendo demasiado grande la diferencia.
Para 31 de diciembre de 2014, al ritmo que llevan, PS4 andará por los 13 o 14 millones y MS, con mucha suerte, por los 9 o 10.