La verdad que leyendo el post inicial me recordó a una de las pocas veces que he ido a una discoteca:
[Ladrillaco]
Mis colegas estaban bailando y yo, que mi estilo de baile es "el pato mareado sobre un barco en alta mar con el mar muy picado" pues como que pasé de hacer el ridiculo, el caso es que estaba sentado tranquilamente contemplando un poco la visión general del lugar mientras pensaba en mis cosas cuando se me acerca una chica.
No era ni mucho menos un cañón de tia, pero ni de lejos un orco tampoco, se me sienta al lado, me pasa el brazo por detrás de mis hombros tranquilamente con un cigarro en una mano y una copa en la otra, con ese acento tan caracterisitico de aquellos que han bebido a saco va y me dice:
- Hola pequeño (vale, mi 1.74 no me vale para jugar contra gasol, pero esas confianzas de primeras mosquean mucho.), ¿cómo es que un chico tan mono como tú está solo? (uhm...todavía dudais que la tia iba borracha cosa mala?, llamarme mono es ciertamente un delito frente a lo que es mono de verdad).
Mi pobre nariz estaba sufriendo mucho, aquel aliento suyo de tabaco más alcohol me estaba matando, al menos tuve suerte de que no me pidiera fuego, porque sino, posiblemente tendría un lanzallamas con patas. Recuerdo que donde estaba sentado era como una especie de sofá con una mesa, el espacio entre la mesa y el sofá era más bien poco, así que pensé en irme por el otro lado del sofá, pero al intentar moverme, ella tiraba de mi hombro hacia ella.
Esto me estaba tocando MUCHO las narices, soy un tio amable, pero si quiero largarme y no me dejan, tengo que tirar de "otros" metodos. En este caso fue seguirle un poco el juego para conseguir una pequeña posición de ventaja, así que con todos el descaro del mundo, me senté encima suya (a lo posición vaquero, así sería perfecto para cuando tuviera que moverme al otro lado del sofá y finalmente pirarme de allí).
A ella por supuesto eso le encantó, yo cogí, me acerque la cara a ella y le dije "sabes?, podrías ser perfectamente una bruja", a lo que ella me respondió "porque te he hechizado con mis encantos?", cojo con dos dedos su barbilla, me acerco a su oido y le susurro "no, porque con ese aliento levantarías hasta los muertos".
Se quedó confusa por lo que dije, aproveché ese momento para sentarme en el lado exterior del sofá e irme, el resto de la noche la pasé fuera tranquilamente con mi música, de la tia no volví a saber más, pero para que me entren así, casi que paso que me entren...