El Wall Street Journal revela en sus páginas un intento de compra de Activision a ID Software por valor de 15 millones de dólares mas 90 millones por las licencias de Doom, Quake y Wolfenstein. La oferta fue rechazada por todos los propietarios de la compañía menos por Adrian Carmack (que no es pariente de John Carmack) poseedor del 41% de ID.
Poco tiempo después de dicha oferta, Adrian Carmack se fue del estudio (en principio voluntariamente) y al hacerlo tuvo que vender las acciones ya que su contrato así lo decía. Hoy Adrian Carmack ha declarado que el rechazo de la oferta le ha echo perder 30 millones de dólares ya que el no se fue voluntariamente de la compañía si no que se vio forzado, sus compañeros le presionaron intentandole comprar sus acciones, le empezaron a controlar sus horas de trabajo y le quitaron privilegios negandole el acceso a documentos importantes. Por otro lado comenta que la compañía ha dejado de repartir dividendos entre sus accionistas desde el 2004.
Así que conforme el contrato de Adrian Carmack, el tuvo que vender las acciones a la empresa al irse de la compañía, pero sus abogados quieren declarar el contrato nulo e invalido ya que según su cliente su marcha del estudio fue forzada.