Según ha podido saber The Verge a través del propio fabricante, algunos iPad Pro 2018 vienen de origen con una "muy ligera" curvatura en su chasis de cristal. Esta anomalía deriva del proceso de producción "y no debería empeorar con el tiempo o afectar de forma negativa" al rendimiento de la tableta. De hecho, según Apple no se trata de un defecto sino de un fenómeno totalmente normal.
Esta desviación en las cotas, particularmente apreciable al poner el iPad Pro de perfil o dejarlo sobre una superficie plana, se debe de acuerdo con Apple al enfriamiento de los componentes del iPad durante la fabricación y afecta de forma indistinta tanto a los modelos de 11 pulgadas como al de 12,9 pulgadas.
Esta curvatura no tiene nada que ver con la que se puede producir durante el transporte en bolsas apretadas o al ejercer fuerza sobre el iPad de forma accidental, como por ejemplo al poner peso sobre el mismo de forma desigual. Se puede apreciar nada más desempaquetar el dispositivo. The Verge señala que el fallo puede ser más acusado en el modelo LTE.
Puesto que Apple no considera esta incidencia un defecto de producción, tampoco hay una campaña de servicio técnico para sustituir las unidades afectadas tal y como sucedió con el iPhone 6 Plus. Los usuarios que hayan apreciado una curvatura en su iPad deberán ir a la tienda donde lo adquirieron y solicitar su cambio o la devolución del dinero, con el riesgo de que, como señala The Verge, se encuentren con que el servicio técnico responda que se trata de un desperfecto accidental.