Mientras continúa la
polémica sobre la validez de la patente sobre JPEG (que le ha reportado ya 105 millones de dólares a la empresa que la compró), AT&T ha sorprendido a todos con una
amenaza de demandas contra Apple, CyberLink, DivX, InterVideo y Sonic Solutions, extensible además a sus distribuidores. La multinacional posee varias patentes sobre compresión de vídeo que según afirma son un componente esencial del estándar MPEG-4.
Otro ejemplo más del peligro de las patentes de software, que no hacen sino engordar las nóminas de los abogados y crean inseguridad en el sector, especialmente a las empresas con menores recursos económicos.