Microsoft ha
anunciado que
abrirá los formatos de archivos de Word y Excel, lo cual facilitará la interoperatividad con otras aplicaciones como Open Office. Lejos de ser un movimiento gratuito, el principal motivo es que los gobiernos europeos se estaban planteando trabajar obligatoriamente con formatos abiertos, lo que excluiría al actual Microsoft Office.
La noticia, en principio buena, tiene también su cruz: el formato de Microsoft será un serio candidato a ser elegido estandar oficial para documentos, pero sin embargo seguirá cubierto por patentes de software que podrían dificultar su implementación en otras aplicaciones.