La bola de nieve creada tras el descubrimiento del famoso
rootkit va tomando dimensiones cada vez mayores. A las demandas existentes contra Sony BMG se han sumado dos nuevas,
una de la Electronic Frontier Foundation y
otra del Estado de Texas presentada por el fiscal general. La gracia podría salirle cara a Sony, hasta 100.000 dólares por cada caso, habiéndose distribuído más 20 millones de cds
infectados.
Por su parte, el presidente de la RIAA ha
apoyado a la discográfica, declarando que otras compañías hacen igual y ellos tienen el mismo derecho.