Pocos son los norteamericanos demandados por la RIAA por descargar música con programas P2P que han ido a juicio, al aceptar la mayoría un acuerdo extrajudicial. Uno de los primeros casos fue una madre de 5 hijos acusada de descargar ilegalmente 30 canciones, declarada culpable en un tribunal de primera instancia y
reafirmada la sentencia en una corte de apelación. De esta forma, a pesar de que la condenada era una compradora habitual de música (teniendo más de 250 cds) y que afirmó haber descargado esas 30 canciones para sopesar su compra, tendrá que pagar un total de 22.500$ de multa, 750$ por canción.
Según los jueces:
Una copia descargada, reproducida y retenida en el disco duro para uso futuro es un sustituto directo de una copia comprada.