Según informa la agencia de noticias rusa Interfax y otros medios como la BBC, dos ingenieros de este centro de investigación han sido detenidos por el Servicio Federal de Seguridad (sucesor del antiguo KGB y más conocido por las siglas FSB) por querer utilizar "las capacidades informáticas de la oficina para fines personales". Entre esos fines se incluía utilizar la supercomputadora de las instalaciones para minar criptodivisas.
Situado en la ciudad cerrada de Sarov, el Instituto de Investigación Científica en Física Experimental Panruso es un instituto de investigación de gran importancia histórica, comparable al Laboratorio Nacional de Los Álamos en Estados Unidos. No en vano, fue allí donde Rusia desarrolló sus primeras bombas atómicas y de hidrógeno. Actualmente estas instalaciones se encargan de mantener el arsenal nuclear de la Federación Rusa al tiempo que realizan en paralelo otro tipo de investigaciones.
El Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares prohíbe que las potencias signatarias realicen nuevas pruebas nucleares dentro o fuera de sus fronteras, por lo que la cuantificación de los efectos de los artefactos de nueva generación y la modernización de los antiguos se realiza utilizando simulaciones extraordinariamente complejas. Es por eso que el centro de Sarov posee una de las supercomputadoras más potentes de Rusia. En 2011, cuando se inauguró, contaba con una capacidad de procesamiento de un petaflop, aunque no está claro cuál es su límite actual.
Según los datos facilitados por las autoridades, la supercomputadora no debía conectarse a Internet para evitar posibles intrusos, por lo que cuando los detenidos trataron de utilizarla para minar criptodivisas saltaron las alarmas. Los ingenieros, que ya tienen abierta una causa penal, han sido puestos en libertad con la obligación de no abandonar el país.