AEVI (Asociación Española de Videojuegos) ha dado a conocer hoy los resultados del estudio “Videojuegos y Adultos” que tiene como objetivo conocer la penetración de los videojuegos en la población adulta de España. Una de las principales conclusiones es que el 38,9% de los adultos españoles juega a videojuegos.
De ese casi 40% de jugadores, el 26,2% juega habitualmente (de forma diaria o varias veces a la semana o al mes) y el 12,7% son ocasionales (una vez al mes). La franja de edad donde encontramos más jugadores es de 18 a 29 años con un 76%, porcentaje que baja al 54,3% entre los 30 y 44 años de edad. Como curiosidad, el 83,10% de los padres y madres que habitualmente juegan tiene hijos menores de 9 años.
Cuando quieren jugar, el 61,1% de los adultos españoles elige una consola de sobremesa, siendo los jóvenes menores de 29 años los que más la utilizan (70,1%). Le siguen el PC con el 56%, el smartphone con el 52,2%, la tableta con el 34,9% y la consola portátil con el 24,7%. Por último aparece la Smart TV con el 8,7% y las gafas de realidad virtual con el 3,1%.
El estudio también ha analizado el nivel formativo de los jugadores. De los habituales, el 63,7% tiene estudios de bachiller (36,6%) o universitarios (27,1%). El porcentaje de jugadores ocasionales con estudios universitarios es del 46,6%.
Hace unos años los videojuegos eran solo “cosa de niños”. Esta percepción ha cambiado y según el estudio ahora sólo el 16,8% lo considera algo exclusivamente para jóvenes o niños. Además, para el 64,9% de los jugadores con hijos los videojuegos les ayudan de alguna forma a estrechar lazos con ellos, especialmente para los padres y madres más jóvenes (de 18 a 29 años) y las madres de 30 a 44 años.
De ese casi 40% de jugadores, el 26,2% juega habitualmente (de forma diaria o varias veces a la semana o al mes) y el 12,7% son ocasionales (una vez al mes). La franja de edad donde encontramos más jugadores es de 18 a 29 años con un 76%, porcentaje que baja al 54,3% entre los 30 y 44 años de edad. Como curiosidad, el 83,10% de los padres y madres que habitualmente juegan tiene hijos menores de 9 años.
Cuando quieren jugar, el 61,1% de los adultos españoles elige una consola de sobremesa, siendo los jóvenes menores de 29 años los que más la utilizan (70,1%). Le siguen el PC con el 56%, el smartphone con el 52,2%, la tableta con el 34,9% y la consola portátil con el 24,7%. Por último aparece la Smart TV con el 8,7% y las gafas de realidad virtual con el 3,1%.
El estudio también ha analizado el nivel formativo de los jugadores. De los habituales, el 63,7% tiene estudios de bachiller (36,6%) o universitarios (27,1%). El porcentaje de jugadores ocasionales con estudios universitarios es del 46,6%.
Hace unos años los videojuegos eran solo “cosa de niños”. Esta percepción ha cambiado y según el estudio ahora sólo el 16,8% lo considera algo exclusivamente para jóvenes o niños. Además, para el 64,9% de los jugadores con hijos los videojuegos les ayudan de alguna forma a estrechar lazos con ellos, especialmente para los padres y madres más jóvenes (de 18 a 29 años) y las madres de 30 a 44 años.
Creo que Canadá es el país que ofrece más ventajas fiscales del mundo al sector de los videojuegos. Casi todas las compañías tienen un estudio ahí. Con la debacle británica España podría haber hecho algo, pero... así nos va.
Como bien dices es cierto que Canadá facilita la instauración del videojuego en la sociedad a través de la creación de los mejores estudios de videojuegos del mundo. A su vez, esto solo se puede aplicar en una sociedad cuyas personas estén preparadas para aceptar los videojuegos como parte de la cultura ( cosa que ocurre allí). Alli a una persona de 60 años le puedes hablar del call of duty y de que le parecen los dlcs del bf4, cosa que aquí es difícil.Esto tiene logica también si observamos las historias de ambos países y como fueron evolucionando los videojuegos de la mano.
a mi me pasa al reves, cuanto mas mayor, menos ganas tengo de consolas y videojuegos
y padres que le compran al niño PEGI18 como si fuera un mario, pero eso ya es otra historia