Cuando Facebook empezaba a funcionar, venía esta gente que me decía "no estoy en las redes sociales". Y yo decía, "Ok. Sé que estarás". Y entonces decían "No, no, no. Valoro mis interacciones en la vida real. Valoro el instante. Valoro la presencia. Valoro la intimidad". Y yo decía [...] "Ya te atraparemos".
No sé si alguien realmente comprendió las consecuencias de lo que estaba diciendo, porque las consecuencias imprevistas de una red cuando crece a 1.000 o 2.000 millones de personas [...] literalmente cambia tu relación con la sociedad, con cada uno [...] Posiblemente interfiere con la productividad de formas extrañas. Solo Dios sabe lo que está haciendo con el cerebro de nuestros niños.
El proceso de pensamiento involucrado en estas aplicaciones, Facebook la primera de todas, [...] era: "¿Cómo consumo la mayor parte de tu tiempo y atención consciente como es posible?"
Y eso significa que necesitamos darte un pequeño chute de dopamina de vez en cuando, porque a alguien le gustó o comentó una foto o una publicación o lo que sea. Y eso te va a hacer que contribuyas con más contenido, y eso te va a dar [...] más "me gusta" y comentarios.
Es un bucle de validación social [...] exactamente la clase de cosa que se le ocurriría a un hacker como yo, porque estás explotando una vulnerabilidad en la psicología humana.
Los inventores, los creadores (soy yo, es Mark [Zuckerberg], es Kevin Systrom en Instagram, es toda esa gente) lo entendimos con claridad. Y lo hicimos de todas formas.
Dos décadas escribiendo sobre nuevas tecnologías y cultura popular. Si tiene luces o botones, posiblemente he hablado de ello. EOLiano Gran Reserva. |