Construido en metal y parcialmente tapizado en cuero, este smartphone de 5,7 pulgadas hace gala de una pantalla AMOLED (típica en la gama alta de Gionee) con una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles y una ligera curvatura lateral (aunque el panel no parece ser realmente curvo) que ayuda a reducir visualmente el tamaño del marco. Bajo ella se sitúan los controles capacitivos y una tecla de inicio con lector de huellas dactilares integrado, muy a semejanza de las creaciones de Samsung.
A pesar de que las aspiraciones de Gionee con el M2017 son elevadas, su procesador no destaca por ser uno de los más potentes del mercado. Este teléfono es impulsado por un Snapdragon 653 que a priori parece un poco fuera de lugar en un dispositivo con ínfulas de lujo (sus 6 GB de RAM son mucho menos habituales), pero probablemente permite ajustar la duración de la batería al máximo, con una autonomía que se estima oficialmente en casi 32 horas de conversación o varios días de uso mixto.
Otros detalles interesantes del M2017 son el uso de una cámara trasera dual con sensores de 12 y 13 megapíxeles para capturar una mayor cantidad de luz y jugar con el enfoque, la presencia de un sistema de carga rápida (casi imperativo dada la capacidad combinada de sus baterías) y el uso de un puerto USB-C como único conector, y es que el M2017 carece del tradicional conector de 3,5 milímetros a pesar de tener el grosor suficiente para albergar uno.
Gionee lanzará el M2017 en versiones de 128 y 256 GB, con precios equivalentes a 965 y 2.345 euros, respectivamente.
Por ahora no hay noticias acerca de su lanzamiento internacional ni parece que las vaya a haber, tratándose como es de un producto claramente dirigido a los consumidores chinos más pudientes. Su comercialización arrancará en el mes de enero.
155,2 x 77,6 x 10,78 mm, 238 gramos
Pantalla de 5,7 pulgadas AMOLED con 2.560 x 1.440 píxeles
Procesador Snapdragon 653
6 GB de RAM LPDDR3
128/256 GB de almacenamiento
Doble batería de 3.500 mAh (7.000 mAh) con carga rápida