Los problemas comenzaron cuando personas de todo el mundo recibieron mensajes aparentemente inocuos y firmados por contactos conocidos invitándoles a editar un archivo en Google Docs. Tras pinchar en el enlace, el usuario era dirigido a una pantalla de autentificación de Google real y legítima que después les pedía continuar a Google Docs. Al aceptar esa petición, el usuario proporcionaba los permisos necesarios al phis (una aplicación web identificada espuriamente como "Google Docs") para acceder a su dirección de correo electrónico y la libreta de contactos asociada, que se añaden a la lista de objetivos.
El funcionamiento de este phis es sorprendentemente sofisticado en el sentido de que incluso usuarios prudentes y con cierta experiencia podrían morder (y de hecho mordieron) fácilmente el anzuelo, en gran medida porque el ataque no dirigía a sus víctimas a una página falsa, sino a un auténtico cuadro de permisos de Google. De alguna forma, los creadores del phis lograron aprovecharse de una vulnerabilidad en las defensas de Google que permitió crear una aplicación maliciosa falsamente bautizada como Google Docs.
Captura de pantalla de Zach Latta ilustrando el funcionamiento del ataque.
Google ha tardado menos de 24 horas en solucionar el desaguisado, pero el daño ya está hecho. "Hemos tomado medidas para proteger a los usuarios contra una campaña de spam por e-mail imitando Google Docs, que afectó a menos del 0,1% de los usuarios de Gmail. Hemos protegido a los usuarios frente a este ataque a través de una combinación de acciones automáticas y manuales, incluyendo eliminar las páginas y aplicaciones falsas, y enviando actualizaciones a través de Safe Browsing, Gmail y otros sistemas antiabuso", se señala desde Google.
El hecho de que esta campaña de phishing utilizara una debilidad en Google en lugar de las típicas páginas ha permitido su rápida eliminación, pero los datos personales de un número indeterminado de usuarios puede estar ahora en manos de los atacantes.