Es importante señalar que el bloqueador de publicidad de Chrome no afectaría a todos los anuncios con carácter general. No en vano, Google ha construido su imperio gracias a su propia plataforma de publicidad, que representa desde hace tiempo la mayor parte de sus ingresos. En su lugar, los anuncios eliminados de la vista del usuario serían aquellos que no se adscriban a los parámetros definidos por la asociación Coalition for Better Ads, un grupo que lanzó el mes pasado una serie de estándares aceptables.
Pop-ups, vídeos con reproducción automática y anuncios "prestitial" (que típicamente se cargan antes que la página en cuestión y cubren gran parte de su espacio) serían algunos de los formatos que desaparecerían automáticamente de Chrome gracias a este sistema.
La integración de un bloqueador de publicidad en Chrome como elemento oficial supone un desafío para numerosos sitios cuyas finanzas dependen íntegramente de la publicidad, pero también podría atraer la atención de las entidades reguladoras. Google ya está siendo investigada por prácticas anticompetitivas en la Unión Europea, e integrar en su popular navegador una tecnología que literalmente bloquea la publicidad de los rivales de AdSense solo puede despertar suspicacias.
Cabe señalar que actualmente Google paga a los desarrolladores del bloqueador Adblock Plus para clasificar como aceptables los anuncios de AdWords y evitar su bloqueo. Introducir su propia tecnología análoga en Chrome serviría además para reducir el crecimiento de plataformas similares.