La demanda busca obtener millones de dólares en concepto de daños y una orden que prohíba a la compañía seguir capturando información sobre los contenidos que escuchan sus clientes.
El texto cita los auriculares QuietComfort 35, SoundSport Wireless, Sound Sport Pulse Wireless, QuietControl 30, SoundLink Around-Ear Wireless Headphones II y SoundLink Color II como productos susceptibles de ser utilizados con estos fines. Oficialmente estos auriculares utilizan la aplicación Bose Connect para facilitar la instalación de actualizaciones y el emparejamiento inalámbrico de los dispositivos.
La demanda asegura que la estrategia de captación de datos de Bose proporciona a la empresa "una cantidad increíble" de información acerca de la "personalidad, el comportamiento y las opiniones políticas y religiosas" de sus clientes. Esta práctica violaría según los abogados de la acusación las leyes federales encargadas de regular las escuchas, así como las propias del estado de Illinois en esta materia y las creadas para prevenir el fraude contra los consumidores.
"La gente se pone unos auriculares en la cabeza porque cree que así obtienen privacidad, pero pueden estar dando información que no quieren compartir", ha asegurado un abogado del bufete encargado de la demanda. De acuerdo con el demandante, un ciudadano llamado Kyle Zak, Bose envía "toda la información de medios disponible" desde su teléfono móvil a compañías especializadas en el procesamiento de este tipo de datos como Segment.io.
Bose, que recomienda descargar la aplicación Bose Connect para "sacar el máximo partido a tus auriculares", no ha realizado comentarios al respecto.