La noticia ha surgido a través de la política de privacidad que incluye Samsung en sus modelos. En concreto se trata de una frase final dentro de un largo párrafo donde la compañía recomienda a los usuarios el uso del reconocimiento de voz para múltiples opciones, finalizando con la siguiente advertencia:
Por favor, tenga en cuenta que si sus palabras habladas registradas incluyen información confidencial personal o sensible, esta información capturada en forma de datos puede ser transmitida a terceros a través del reconocimiento de voz.
Es decir, que Samsung nos detalla las posibilidades de uso de sus sistema de reconocimiento de voz, pero a la vez advierte que debemos tener cuidado con lo que decimos ante la posibilidad de que esa información “sensible” llegue a manos de terceros.
¿Estamos ante un caso de vigilancia y pérdida de privacidad o simplemente ante una herramienta como tantas otras en la actualidad que permiten registrar nuestra voz a través de la red? Y es que aquí podría estar la clave. Según cómo lo mires, quizá no debería alarmarnos las posibilidades extremas a las que podría llegar la Smart TV, ya que prácticamente cualquier smartphone, tableta o incluso nuestros ordenadores, permiten de un modo u otro, este tipo de accesos a nuestra información personal. Quizá lo importante sería saber quién podría estar en disposición de obtener nuestra información personal y cómo evitarlo.
Según Corynne McSherry, de la Electronic Frontier Foundation, lo interesante, de ser un cliente de Samsung, sería saber a quién se refieren por “terceros”. No sólo eso, para la experta en derechos: “Sin duda me gustaría saber si mis palabras se transmiten de forma segura, si la información no está cifrada, la televisión podría convertirse en un dispositivo de escucha”.
Samsung ha respondido al diario Daily Beast explicando que ellos toman la privacidad del consumidor como algo muy serio y que todas las Smart TV de la casa hacen exactamente lo mismo que las de la competencia, incluyendo el cifrado de datos para evitar así la recolección no autorizada. Además, aclaran que el reconocimiento puede ser activado o no.
¿Entonces? Igual que en los casos que explicamos de LG y Kinect en el 2013, los dispositivos de reconocimiento (ya sean de voz o de movimientos) son y serán utilizados por todas las compañías que nos ofrecen soluciones con este tipo de tecnologías. De la transparencia y seguridad que nos ofrezcan hacia nuestra privacidad dependerá que vuelva o no a surgir una polémica similar.