El mercado de las tabletas lleva años estancado. Los teléfonos de grandes dimensiones y el desinterés de los consumidores en los dispositivos de gama alta basados en Android han creado una enorme balsa de aceite que solo ahora está comenzando a registrar pequeñas vibraciones de la mano de dispositivos convertibles orientados a competir con la familia de dispositivos Surface. El último de estos lanzamientos es el Yoga A12 de Lenovo, un híbrido entre tableta y portátil que se caracteriza por incorporar el teclado táctil del modelo Yoga Book a un precio más asequible.
El nuevo Yoga A12 posee una pantalla de 12,2 pulgadas con resolución desconocida (Lenovo no ha facilitado una resolución concreta para su panel), un procesador Intel Atom X5, 2 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento integrado, altavoces Dolby Atmos así como una batería que proporciona al dispositivo hasta 13 horas de autonomía. Este hardware se instala en un ligero chasis de aluminio y magnesio que mide 5,2 milímetros de grosor en su cota más reducida.
El uso de un teclado táctil ha permitido al fabricante reducir su grosor al máximo, pero viene con una notable pega: a diferencia del Yoga Book, el nuevo Yoga A12 no incorpora aparentemente soporte para lápiz digital. Esto significa que el teclado es solo eso, puesto que no puede utilizarse como superficie de dibujo o escritura manual; sin duda la auténtica revelación del Yoga Book. Es de asumir que este recorte obedece a la necesidad de reducir su precio, puesto que el Yoga Book ya cuenta con una versión basada en Android además del modelo con Windows.
El aspecto productivo de este híbrido queda resuelto con la inclusión de la suite de productos ofimáticos de Google y una interfaz para Android especialmente adaptada por Lenovo para ejecutar varias aplicaciones en paralelo, mejorando así la edición de textos y la realización de pequeños retoques fotográficos. La bisagra incluida permite girar la pantalla hasta 360 grados para facilitar su uso táctil.
Lenovo lanzará el Yoga A12 en Estados Unidos esta misma semana a un precio de 299 dólares por el modelo base.
El nuevo Yoga A12 posee una pantalla de 12,2 pulgadas con resolución desconocida (Lenovo no ha facilitado una resolución concreta para su panel), un procesador Intel Atom X5, 2 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento integrado, altavoces Dolby Atmos así como una batería que proporciona al dispositivo hasta 13 horas de autonomía. Este hardware se instala en un ligero chasis de aluminio y magnesio que mide 5,2 milímetros de grosor en su cota más reducida.
El uso de un teclado táctil ha permitido al fabricante reducir su grosor al máximo, pero viene con una notable pega: a diferencia del Yoga Book, el nuevo Yoga A12 no incorpora aparentemente soporte para lápiz digital. Esto significa que el teclado es solo eso, puesto que no puede utilizarse como superficie de dibujo o escritura manual; sin duda la auténtica revelación del Yoga Book. Es de asumir que este recorte obedece a la necesidad de reducir su precio, puesto que el Yoga Book ya cuenta con una versión basada en Android además del modelo con Windows.
El aspecto productivo de este híbrido queda resuelto con la inclusión de la suite de productos ofimáticos de Google y una interfaz para Android especialmente adaptada por Lenovo para ejecutar varias aplicaciones en paralelo, mejorando así la edición de textos y la realización de pequeños retoques fotográficos. La bisagra incluida permite girar la pantalla hasta 360 grados para facilitar su uso táctil.
Lenovo lanzará el Yoga A12 en Estados Unidos esta misma semana a un precio de 299 dólares por el modelo base.
Los de lenovo deberían replantearse ese lanzamiento