A primera vista el kit de desarrollo de Project Scorpio parece un poco más grande que una Xbox One S. El diseño combina una mitad superior de color blanco con una inferior en negro, donde están situados los puertos y la unidad Blu-ray. En su parte frontal destaca una pantalla OLED (destinada a mostrar en tiempo real datos como los fotogramas por segundo) y tres puertos USB, que al contrario que el panel se mantendrán en la versión comercial de la consola.
Para que los desarrolladores puedan trabajar con holgura Microsoft ha incluido en el kit de desarrollo una tarjeta gráfica algo más rápida, 24 GB de RAM (el doble que la versión comercial), un SSD de 1 TB de capacidad y la opción de alternar entre modos de consola: Xbox One, Xbox One S y Project Scorpio. Tanto el kit de desarrollo de Project Scorpio como la versión que llegará a las tiendas esconden la fuente de alimentación en su interior.
En la foto que tenéis a continuación se pueden ver los distintos kits de desarrollo de Xbox. Queda claro que hasta ahora no han existido grandes diferencias de diseño entre ellos y la versión final.
Además de dar a conocer el kit de desarrollo de Project Scorpio, Gamasutra también ha publicado una sesión de preguntas y respuestas con Phil Spencer, máximo responsable de la división Xbox. El directivo insiste una vez más en que “Scorpio forma parte de la familia de dispositivos Xbox One”, así que los juegos funcionarán en todas las versiones de la consola. Para Spencer no es solo es un compromiso con los millones de jugadores que apostaron por su consola; también tiene sentido desde el punto de vista financiero, pues los desarrolladores quieren apoyar la mayor base de consolas posible.
Para conocer el aspecto y el precio de la versión final de Project Scorpio parece que deberemos esperar al E3 2017. Durante la feria lo que seguro veremos son los juegos que Microsoft y las third-party están preparando para la familia de consolas Xbox One.
