Con un tamaño tan minúsculo es normal que las prestaciones no sean aptas para jugar a los últimos juegos, pero aún así ofrecerán una resolución mínima de 800*480 (pantalla panorámica), pantalla táctil (apta para ser utilizada a dedazo limpio o con lápiz), conectividad vía WiFi y Bluetooth, puertos USB, salida y entrada de sonido y básicamente todo lo que se puede esperar en un ordenador portátil con la salvedad de una unidad óptica. Concretamente el modelo Q1 de Samsung cuenta con un micro Celeron M ULV, disco duro de 40 gigas, 512 megas de RAM y una pantalla de 9 x 5,5 pulgadas, todo ello con un peso inferior a 800 gramos.
Los prototipos mostrados en el CeBIT apenas aguantan unos 15 minutos encendidos, pero los primeros modelos comerciales tendrán una autonomía de tres horas y sus fabricantes esperan alcanzar las 24 horas. ¿Precios? Para todos los gustos, aunque parece que los más económicos podrían comenzar a partir de los 500/599 dólares, dependiendo de la configuración de cada ordenador. Estos microordenadores personales se pondrán a la venta en abril en Corea del Sur, y no parece que vayan a tardar mucho más en llegar a Occidente.
No es que los UMPCs sean algo nuevo, los primeros modelos tienen ya casi tres años, pero parece que ahora las compañías empiezan a apostar por ellos.