Como es habitual Sony ha sido el tercer y último fabricante de consolas que ha presentado sus resultados económicos. Un trimestre más (el primero del año fiscal 2017 para los nipones) se repite la misma historia, la división de entretenimiento mantiene a flote la compañía, cuya división móvil es ya tan pequeña que le cuesta hasta perder dinero.
La división Game & Network Services donde encontramos a PlayStation ha completado tres meses (abril-junio) estelares registrando unos ingresos de 3.200 millones de dólares, un aumento del 14,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Los beneficios se han disparado hasta los 427 millones de dólares, un aumento interanual del 126,3%. El 78% de los 546 millones de dólares en beneficios que ha obtenido Sony este trimestre se han conseguido gracias al negocio de PlayStation.
Los grandes resultados de PlayStation se han logrado por la venta de software más que por los 3,5 millones de PlayStation 4 distribuidas por Sony este trimestre. “Este importante aumento se debió principalmente a la significativa subida en las ventas del software para PS4 incluyendo las ventas a través de PlayStation Network, que han compensado el impacto de los tipos de cambio y la disminución en las ventas de software y hardware de PS3”, dice Sony en su informe fiscal.
Actualmente ya se han vendido más de 40 millones de PlayStation 4. Las previsiones de la compañía incluyen vender 20 millones de consolas entre abril de 2016 y marzo de 2017, lo que significa que aún le quedan 16,5 millones para alcanzar su objetivo. En medio tenemos a PlayStation Neo, cuyo descubrimiento podría alterar las previsiones de Sony.
La moribunda división de teléfonos móviles ha conseguido unos sorprendentes beneficios trimestrales de 4 millones de dólares. La mala noticia es que esta ganancia se ha conseguido gracias a los despidos y a una reducción de la división lo suficientemente grande como para hacer difícil que pierda dinero. También hay que tener en cuenta el impacto negativo que ha sufrido por el terremoto de Kumamoto y la fortaleza del yen.
