Estos días hemos leído varias noticias sobre los problemas que se están encontrando las discográficas en los juicios que llevan a cabo contra usuarios P2P en diversas partes del mundo. Por un lado, un juez estadounidense le ha dicho a la RIAA que
debe demostrar que efectivamente hay distribución, y que no basta con probar que el usuario tenga archivos en la carpeta de compartidos. Por otro, en Francia otro juez ha
declarado ilegales los métodos que usan las compañías para monitorizar las actividades de los usuarios P2P, ya que atentan contra la privacidad y no respetan las leyes de protección de datos.
Viendo quizás que se les acaba el chollo de las demandas a usuarios particulares, han presentado otra
billonaria contra
allofmp3. La broma, 150.000 dólares por cada una de las 11 millones de canciones que ha distribuido la web rusa en los últimos meses.