Hace menos de tres meses que Promusicae demandó al bloguero Enrique Dans por un artículo en el que ponía como ejemplo a la entidad de vulnerar las leyes antimonopolio. Otras entidades muy conocidas han usado las mismas tácticas intimidatorias para tratar de evitar las críticas en la red, consiguiendo el efecto totalmente opuesto (Streisand le llaman) a pesar de obtener alguna otra decisión judicial a su favor.
Pero en este caso el vencedor ha sido Enrique Dans, tras desestimarse la demanda. En la sentencia, la juez deja claro que la libertad de expresión prevalece en un artículo de opinión:
El cumplimiento del requisito de la veracidad no puede estimarse vulnerado en el artículo a que se refiere la demanda, puesto que, como se ha manifestado, en él se ejercita fundamentalmente la libertad de expresión, exponiendo a la opinión pública sus impresiones y apreciaciones personales sobre la actuación desplegada por la entidad demandante