Durante el tercer trimestre del año terminado el pasado 30 de septiembre, se repartieron en todo el mundo 355,2 millones de smartphones, un 6 % menos que durante el mismo periodo del año anterior. De las cinco mayores compañías, solo Samsung y Oppo distribuyeron menos unidades que el año pasado, con descensos del 13,4 % y 2,1 %, respectivamente. El terreno que pierde la compañía coreana se lo quedan Huawei y Xiaomi, con aumentos de dos dígitos. El primero envió 52 millones de móviles, mientras que el segundo se conformó con 34,3 millones.
Los números nos dicen que Galaxy Note 9 de Samsung no han logrado recuperar la parte del pastel perdida con el Galaxy S9 y Galaxy S9+; los P20 y P20 Pro de Huawei gozan de una gran popularidad a la espera de ver el rendimiento de Mate 20 Pro y Mate 20; y Xiaomi demuestra que su expansión internacional va viento en popa. Que las ventas de iPhone se estanquen no parece un gran problema para Apple, que sigue presentando resultados récord a la vez que aumenta el precio de sus productos.
Sin embargo, los analistas avisan de que Samsung debería preocuparse más por la gama media y baja, sector muy competido y donde parece que los fabricantes chinos más hueco se están haciendo. La historia nos dice que en el cuarto trimestre Apple ganará a Samsung, pero quizás Huawei tiene algo que decir en este asunto. Las próximas cifras que nos muestren las firmas de análisis serán más interesantes, ya que Apple ha anunciado que dejará de comunicar el número de iPhones que vende cada trimestre.
