Recordamos que ARM es una compañía del Reino Unido que diseña los procesadores que se utilizan en casi todos los dispositivos móviles actuales, incluyendo entre ellos los modelos de Samsung, Apple o HTC. Por tanto, el acuerdo es sumamente importante y estamos ante una de las más grandes adquisiciones de una empresa tecnológica con base en Europa.
ARM era indudablemente una de las empresas actuales idóneas para una operación de este calibre. En su cartera contaba con los mejores socios del sector y tras la noticia del voto a favor del Brexit en el Reino Unido se había convertido en un objetivo tentador para muchos (la libra ha caído desde entonces, lo que podría abaratar la operación final).
Por su parte, Softbank ha estado en los últimos meses detrás de muchas de las noticias del sector. En el mes de enero ya hablamos por aquí de Pepper, el primer robot-empleado en una tienda física de móviles de Softbank (en Japón). Más tarde, en el mes de junio también hablamos de la compra de Supercell (creadores de Clash of Clans y Clash Royale), de la cual era propietario Softbank, por parte de Tencent por un montante de 9.000 millones de dólares. Por si fuera poco, Softbank también es uno de los máximo accionistas de Yahoo y Vodafone en Japón y posee el 28% de Alibaba en China.
Por tanto ambos actores representan una unión que hará de Softbank uno de los conglomerados de tecnología más poderosos del sector. No solo eso, también supone un golpe a la propia Intel, que hasta conocerse la noticia de hoy se suponía en primera posición para hacerse con los británicos de ARM.