La distribución online de videojuegos es una tendencia que se irá consolidando en los próximos años, pero actualmente cuenta con algunas desventajas frente a la distribución física tradicional. Una de ellas es el tiempo de espera necesario para descargar el juego completamente y poder instalarlo, demasiado elevado con los juegos de nueva generación que ocupan ingentes gigabytes.
Para minimizar este problema, una compañía británica ha desarrollado un sistema que aplica a los videojuegos lo que ya se hace con música y películas: comenzar a jugar tras descargar una parte mínima, bajándose en segundo plano el resto de contenidos que todavía no vayamos a necesitar. Como ejemplo han demostrado que el juego Tomb Raider Legend, con 7.2GB de peso total, puede empezar a jugarse tras descargar los primeros 652MB.