Telefónica ha anunciado que dejará de utilizar su actual marca en el mercado de la telefonía fija a Internet, pasando a ofrecer todos sus servicios bajo la marca comercial de Movistar (O2 en el resto de países de Europa en los que opera). De esta forma podrá ofertar servicios empaquetados de telefonía fija y móvil así como banda ancha fija y móvil, como ya hacen sus dos competidores más directos Vodafone y Orange.
El cambio, que todavía no tiene una fecha confirmada, costará de asimilar en nuestro país, pero la multinacional cree que así podrá encarar en mejores condiciones el futuro del nuevo entorno digital. Aún así el histórico nombre de la compañía seguirá utilizándose como enseña y soporte institucional.