Los actuales discos ópticos almacenan los bits de información en 2 dimensiones (la superficie del disco), multiplicando la capacidad con el uso de varias capas y apretando y encogiendo cada vez más la información (con menores longitudes de onda, separación entre pistas, etc.). La tecnología holográfica, en desarrollo desde hace años, introduce la novedad de usar una tercera dimensión (toda la profundidad del disco) para almacenar los datos, pero un equipo de investigadores australianos ha ido un paso más allá utilizando otras dos dimensiones.
Se trata de incorporar en los discos nanopartículas como unidades de información, las cuales tengan diferentes colores (4ª dimensión) y polarizaciones (5ª dimensión), aumentando con ello de forma exponencial la capacidad de almacenamiento. En las primeras pruebas han conseguido almacenar 1,6 terabytes en un disco de tamaño estándar, pudiendo alcanzar teóricamente hasta 10TB. De momento Samsung ya se ha interesado en la tecnología, firmando un acuerdo con los investigadores.