Y es que las noticias sobre la red social de los 140 caracteres se han sucedido en las últimas semanas. A finales del mes de enero salían cuatro ejecutivos clave de la compañía, luego se confirmó que por primera vez iban a modificar el algoritmo de su línea de tiempo, añadiendo una nueva opción que alteraría el orden cronológico de los tuits con gran polémica entre los usuarios.
Finalmente llegaban los resultados financieros del cuarto trimestre del 2015 hace unas horas. Twitter había perdido 2 millones de usuarios activos y se quedaba en 305 millones de usuarios, si no contamos los seguidores por SMS.
En el aspecto únicamente financiero, los analistas estimaban en 710 millones las ganancias del trimestre, una cantidad que finalmente se alcanzó con unas pérdidas netas de 90 millones de dólares. Si lo comparamos con el mismo trimestre del año pasado, los ingresos crecieron hasta un 90%, mientras que las pérdidas netas se redujeron en un 27%. También se anunció que la base de anunciantes aumentó a 130.000, un 90% respecto al año anterior.
Así que los números no estuvieron nada mal, el problema como decimos es la frenada en seco con la reducción de usuarios activos. Tras la noticia, la compañía rápidamente lanzó un comunicado a los inversores:
Vamos a arreglar las ventanas rotas y todas aquellas partes que suenan confusas, como por ejemplo la forma en la que se puede abrir una cuenta, ciertas reglas, el acoso… cualquier cosa que inhibe el uso y aleja a las personas. Para este 2016 tenemos cinco prioridades como enfoque: mejorar nuestro servicio básico, apostar por el video y streaming en vivo, mejorar las nuevas solicitudes, la seguridad y la mejora con los desarrolladores. Cada una es crítica para nosotros para el fortalecimiento de nuestra plataforma y la audiencia.
¿Dónde está el problema? La aún corta historia de las redes sociales entre nosotros nos ha indicado una cosa en estos años: aquellas que un día dejaron de crecer y comenzaron a perder usuarios, nunca lograron revertir la situación. El ejemplo más claro es MySpace. Por tanto la pregunta ahora es si Twitter será capaz de darle la vuelta a la situación. El tiempo y los próximos meses nos ofrecerán más pistas sobre el futuro que le espera a la red social que comenzó su andadura con Facebook y que ha acabado con unos números y un camino completamente diferente a la plataforma de Zuckerberg.
