Como todos sabéis a la hora de buscar al responsable de un ilícito o delito cometido en Internet el dato fundamental es la dirección IP desde la que ha sido cometido. El problema es que una misma dirección IP puede ser compartida por diferentes usuarios, especialmente cuando corresponde a una red WiFi, que además si es abierta no tenemos ningún control sobre quién la utiliza.
El reputado abogado Carlos Sánchez-Almeida aborda esta cuestión en un artículo del Navegante, concluyendo que con la legislación actual el titular de una línea no puede ser responsabilizado por el uso ilegal de su conexión por el mero hecho de ser titular.