La Comisión Europea ha anunciado la aprobación de una ayuda estatal de 400 millones de euros para que España despliegue redes de banda ancha de 300 Mbps ampliables a 1 Gbps. El objetivo de estos fondos públicos es abordar los déficits de conectividad del país, la llamada brecha digital, y mejorar y acelerar la cobertura con redes de muy alta velocidad para así apoyar el mercado único digital europeo. La iniciativa se ejecutará entre 2020 y 2022.
Las nuevas redes de fibra óptica que se instalarán en España gracias a las ayudas de la Comisión Europea, cubrirán zonas en las que no están presentes ni previstas en un futuro próximo redes de alta velocidad que ofrezcan velocidades de carga y descarga de al menos 300 Mbps. En menor medida, también se desplegarán en zonas donde ya existe o está prevista una red de alta velocidad, pero con una velocidad de menos de 100 Mbps. En la mayoría de los casos hablamos de zonas rurales.
“Los consumidores y las empresas españolas deben beneficiarse del todo el potencial que encierra el crecimiento digital, con independencia de dónde se encuentren”, ha declarado vicepresidenta ejecutiva, Margrethe Vestager. “Esta medida abordará la brecha digital entre las zonas urbanas y rurales de España. Con esta decisión respaldamos una vez más el uso de fondos públicos para los servicios de internet de muy alta velocidad destinados a los hogares y las empresas en zonas donde la inversión privada es insuficiente”.
La Comisión Europea no ha especificado en qué zonas se desplegará la red de fibra óptica, pero asegura que las autoridades españolas “han elaborado un inventario completo de las infraestructuras disponibles actualmente y han llevado a cabo consultas públicas para determinar las zonas objetivo”. Todas las redes financiadas gracias a este presupuesto ofrecerán acceso al por mayor a todos los operadores de “forma abierta, transparente y no discriminatoria”, afirma la Comisión Europea.
A lo largo del tiempo, las ayudas prometidas para el despliegue de fibra óptica con el objetivo de cerrar la brecha digital en España no han sido pocas. La última en 2018, cuando el Gobierno de Rajoy prometió una inversión de 525 millones de euros para llevar la fibra óptica al "100 % de los núcleos de población españoles de aquí a 2021 con una velocidad de al menos 300 megabits".
