Siguiendo el texto de la nueva ley, Google hará posible que los desarrolladores utilicen sus propios sistemas de pagos, siempre y cuando cumplan los requisitos de seguridad necesarios. Sea cual sea su elección, Google se llevará su parte. Desde el blog oficial de la compañía se indica que el uso de plataformas de pago alternativas incurrirá en una comisión sobre el primer millón de ingresos que rondará el 12 % para la mayoría de los desarrolladores, aplicando una reducción del 3 % con respecto a las tasas actuales.
Por supuesto, si un desarrollador escoge un método de pago ajeno a Google deberá hacerse cargo del soporte técnico de forma independiente.
Es importante señalar que Google no piensa extender estas facilidades al resto del mundo. No sin que los reguladores se pongan duros primero. Entre las exigencias de Google a los desarrolladores se incluye la necesidad de que los usuarios externos al Espacio Económico Europeo no puedan acceder a los sistemas de pagos alternativos escogidos por los creadores de cada aplicación.
El anuncio de hoy servirá para aplacar las iras de algunos desarrolladores, pero no desactivará el litigio que tiene con Epic, puesto que ese caso se dirime en Estados Unidos y la Ley de Mercados Digitales solo ampara a los consumidores del Espacio Económico Europeo, formado por los miembros de la Unión Europea más Islandia, Liechtenstein y Noruega.