Por segunda vez en poco tiempo, la Policía Nacional ha anunciado haber desmantelado en España una organización dedicada a la distribución ilegal de contenido audiovisual y de televisión mediante una red IPTV. Se trata de la segunda intervención de esta naturaleza que ejecuta el instituto armado en los últimos dos meses, después de que en noviembre de 2019 comunicarse haber dado fin a una estructura similar.
En esta ocasión y según la información aportada por la Policía Nacional, la IPTV ilegal que mantenía la organización daba servicio “a al menos 10.000 clientes en España”, aunque asegura que su infraestructura era capaz de albergar “unos 500.000 usuarios”. Las primeras pesquisas se pusieron en marcha a comienzos de 2019, después de que el Grupo Mediapro y LaLiga denunciasen a una persona que se dedicaba a comercializar paneles para revender señal ilegal de televisión mediante IPTV.
Además de poner fin al servicio de distribución ilegal, la Policía Nacional ha detenido a 15 resellers en Córdoba (5), Málaga (3), Sevilla (3), Murcia (1), La Coruña (1), Barcelona (1) y Jaén (1), “cuya actividad consistía en adquirir servicios integrantes para posteriormente comercializarlos entre sus clientes”. En los registros también se han intervenido 9.900 euros en metálico y otros 22.000 euros en cuentas PayPal y plataformas de apuestas deportivas, a través de las cuales canalizaban sus beneficios.
La persecución con éxito de estas organizaciones dedicadas a la distribución ilegal de contenido audiovisual y de televisión mediante una red IPTV está aumentando en los últimos meses. No solo hablamos de España. En septiembre de 2019 el popular sistema Xtream Codes sufrió una redada a nivel europeo que causó el cierre de una plataforma IPTV que en el momento de la intervención daba servicio a más de 700.000 usuarios.
A pesar de que la policía y los denunciantes se suelen dar por satisfechos con estas operaciones, lo cierto es que normalmente los clientes interesados en este tipo de servicios no tardan demasiado en reanudar su actividad. Sin embargo, teniendo en cuenta que cada vez se paga más dinero por los derechos de deportes como el fútbol, no parece que este tipo de acciones vayan a concluir.
