Los cambios siguen llegando a Telegram tras la detención el pasado mes de agosto de su fundador, Pavel Durov. Según ha anunciado el CEO de la aplicación de mensajería a través de su canal personal, próximamente las autoridades podrán acceder a ciertos datos de tipo personal siempre que medie una orden judicial o herramienta equivalente, marcando un antes y un después en la forma en la que Telegram abordaba estas incidencias.
De acuerdo con Durov, "hemos dejado claro que las direcciones IP y números de teléfono de aquellos que infringen nuestras normas pueden ser desvelados a las autoridades correspondientes en respuesta a solicitudes legales [...] Si Telegram recibe una orden válida de las autoridades judiciales pertinentes que confirman que eres sospechoso de actividades criminales que infringen los Términos de Servicio de Telegram, realizaremos un análisis legal de la solicitud y podríamos comunicar tu dirección IP y número de teléfono".
El ejecutivo asegura que estas medidas "deberían desalentar" a los usuarios que esperan utilizar Telegram con fines ilícitos, y particularmente una función de búsqueda "que tiene por propósito encontrar amigos y descubrir noticias, no promover contenidos ilegales".
Durov, recordemos, se encuentra en libertad tras pagar una fianza de cinco millones de euros mientras se investiga su complicidad en virtualmente todo acto delictivo cometido a través de Telegram, acusado de tolerarlos con una política de moderación reacia a la retirada de contenidos protegidos y calculadamente laxa.
Esta medida se suma a otras, como la posibilidad de moderar las conversaciones privadas de los usuarios de Telegram y no solo los contenidos de los grupos. Probablemente no serán las únicas, y es que Telegram tiene numerosos frentes abiertos tras años de un crecimiento que en palabras de la compañía desbordó sus capacidades de gestión, acumulando una base de usuarios que ya supera los 1.000 millones.
De acuerdo con Durov, "hemos dejado claro que las direcciones IP y números de teléfono de aquellos que infringen nuestras normas pueden ser desvelados a las autoridades correspondientes en respuesta a solicitudes legales [...] Si Telegram recibe una orden válida de las autoridades judiciales pertinentes que confirman que eres sospechoso de actividades criminales que infringen los Términos de Servicio de Telegram, realizaremos un análisis legal de la solicitud y podríamos comunicar tu dirección IP y número de teléfono".
El ejecutivo asegura que estas medidas "deberían desalentar" a los usuarios que esperan utilizar Telegram con fines ilícitos, y particularmente una función de búsqueda "que tiene por propósito encontrar amigos y descubrir noticias, no promover contenidos ilegales".
Durov, recordemos, se encuentra en libertad tras pagar una fianza de cinco millones de euros mientras se investiga su complicidad en virtualmente todo acto delictivo cometido a través de Telegram, acusado de tolerarlos con una política de moderación reacia a la retirada de contenidos protegidos y calculadamente laxa.
Esta medida se suma a otras, como la posibilidad de moderar las conversaciones privadas de los usuarios de Telegram y no solo los contenidos de los grupos. Probablemente no serán las únicas, y es que Telegram tiene numerosos frentes abiertos tras años de un crecimiento que en palabras de la compañía desbordó sus capacidades de gestión, acumulando una base de usuarios que ya supera los 1.000 millones.
Veo que seguimos con el mismo cuento. Esto siempre ha sido así. En Telegram si reportas un mensaje los moderadores lo revisan. Lo único que cambiaron es quitar una línea del FAQ para que no se sobreentendiera que en Telegram puedes delinquir sin que te pase nada.
Telegram siempre ha tenido moderación, otra cosa es que no cedan a peticiones absurdas y abusivas de las autoridades.
Lo anormal me parece lo contrario: Que Telegram, que se lucra de tanto la actividad legal como ilegal de sus usuarios, con sus servidores almacenando información legal e ilegal generalmente sin encriptar, se niegue a colaborar con la justicia cuando se investiga un posible crimen.