La oficina de Activision Blizzard en Versalles empleaba a unas 400 personas a principios de 2019 y su principal cometido era gestionar el marketing, la atención al cliente y la localización de los juegos a diferentes idiomas. A pesar de que a día de hoy es la oficina de Activision Blizzard, históricamente este complejo de Versalles ha sido la sede de Blizzard en Europa. Como muestra de ello, en el exterior de las oficinas encontramos una estatua de bronce de Kerrigan, la Reina de Espadas en la franquicia StarCraft, que mide 4,25 metros.
Según explica Bloomberg, originalmente Activision Blizzard planeó trasladar parte del personal a Londres, pero el Brexit y la pandemia del coronavirus han impedido dar vida a esta idea. En consecuencia, se ha decidido cerrar la oficina de Versalles. A día de hoy no está claro cuántas personas perderán su puesto de trabajo o cuántas tendrán la oportunidad de trasladarse a otras oficinas. En Europa, Blizzard tiene presencia en Cork (Irlanda), pero según la web de la compañía no hay vacantes.
En las oficinas de Versalles solo hay un puesto de trabajo como coordinador de recursos humanos y en la oferta ya se avanza que el contrato terminará en mayo de 2021.
No es la primera vez en pocos años que los despidos golpean a Activision Blizzard. En 2019, el mismo día que la compañía cerró el año más rentable de su historia, anunció el despido de 800 trabajadores. A pesar de estos recortes de personal, Bobby Kotick, director ejecutivo de Activision Blizzard, sigue siendo uno de los directivos mejor pagados de la industria del videojuego y el año pasado se embolsó más de 30 millones de dólares.
