En Activision Blizzard no dejan de pasar cosas desde que Microsoft anunció la compra de la compañía y no parece que esto vaya a cambiar a corto plazo. Las últimas novedades llegan mediante un artículo de Bloomberg donde el periodista Jason Schreier asegura que en Activision hay “empleados de alto nivel” discutiendo la posibilidad de que Call of Duty ponga fin a los lanzamientos anuales. En el mismo texto también se comenta que en la compañía hay entusiasmo por la libertad creativa que deberían tener bajo el amparo de Xbox.
Call of Duty es la única gran franquicia no deportiva que mantiene la estrategia de poner a la venta una nueva entrega cada año. De 2005 a 2021 no ha fallado nunca. Ubisoft intentó hacer lo mismo con Assassin’s Creed, pero llegó a la conclusión de que era mejor dejar respirar a la saga. Ahora en Activision empiezan a pensar lo mismo y más allá de los empleados de alto nivel no son pocos los desarrolladores que creen que una mayor cadencia entre la entrega de juegos complacerá a los jugadores y ayudará a la franquicia.
Pero no solo se trata de abandonar el lanzamiento anual para que la saga se recupere. Ralentizar los lanzamientos de Call of Duty también aliviaría las cargas de trabajo y los desarrolladores podrían dedicarse a otros juegos. Ahora mismo todos los equipos de Activision están dedicados a Call of Duty. Sin embargo, aún no hay nada escrito en piedra y por ahora lo único seguro es que nada cambiará en 2022 y este año tendremos entrega de Call of Duty. Veremos qué pasa en 2023, cuando Microsoft completará la compra de Activision Blizzard.
Recientemente Phil Spencer, director ejecutivo de Microsoft Gaming, ha mostrado en una entrevista a The Washington Post su entusiasmo por las sagas de Activision como King's Quest, Guitar Hero y HeXen. También ha expresado su deseo de mantener conversaciones con los equipos de desarrollo para ver si quieren recuperar algunas de las franquicias que atesora la compañía. Veremos si esto también se aplica a Blizzard, que tiene a Starcraft abandonado.
Por otro lado, Bloomberg afirma que los desarrolladores de Activision Blizzard esperan tener una mayor libertad creativa cuando Microsoft complete la compra de la compañía. Con Bobby Kotick de presidente todos los juegos tenían que ser negocios de 1.000 millones de dólares, pero en Xbox y gracias a Game Pass el éxito no solo se mide en dinero generado. Pero no todo es positivo, algunos empleados también han mostrado su inquietud por si hay despidos.
Call of Duty es la única gran franquicia no deportiva que mantiene la estrategia de poner a la venta una nueva entrega cada año. De 2005 a 2021 no ha fallado nunca. Ubisoft intentó hacer lo mismo con Assassin’s Creed, pero llegó a la conclusión de que era mejor dejar respirar a la saga. Ahora en Activision empiezan a pensar lo mismo y más allá de los empleados de alto nivel no son pocos los desarrolladores que creen que una mayor cadencia entre la entrega de juegos complacerá a los jugadores y ayudará a la franquicia.
Pero no solo se trata de abandonar el lanzamiento anual para que la saga se recupere. Ralentizar los lanzamientos de Call of Duty también aliviaría las cargas de trabajo y los desarrolladores podrían dedicarse a otros juegos. Ahora mismo todos los equipos de Activision están dedicados a Call of Duty. Sin embargo, aún no hay nada escrito en piedra y por ahora lo único seguro es que nada cambiará en 2022 y este año tendremos entrega de Call of Duty. Veremos qué pasa en 2023, cuando Microsoft completará la compra de Activision Blizzard.
Recientemente Phil Spencer, director ejecutivo de Microsoft Gaming, ha mostrado en una entrevista a The Washington Post su entusiasmo por las sagas de Activision como King's Quest, Guitar Hero y HeXen. También ha expresado su deseo de mantener conversaciones con los equipos de desarrollo para ver si quieren recuperar algunas de las franquicias que atesora la compañía. Veremos si esto también se aplica a Blizzard, que tiene a Starcraft abandonado.
Por otro lado, Bloomberg afirma que los desarrolladores de Activision Blizzard esperan tener una mayor libertad creativa cuando Microsoft complete la compra de la compañía. Con Bobby Kotick de presidente todos los juegos tenían que ser negocios de 1.000 millones de dólares, pero en Xbox y gracias a Game Pass el éxito no solo se mide en dinero generado. Pero no todo es positivo, algunos empleados también han mostrado su inquietud por si hay despidos.
Si los CoD vuelvan a la calidad de antaño, quizá vuelva a jugarlos.
Un saludo,
CoD se fue a la mierda, el día que Activision echó a los creadores de la saga, justo después de hacer MW2.
Como curiosidad, esos 2 creativos fundaron un nuevo estudio. Respawn.
Si vuelve a ser un juego decente como en sus inicios, me da igual que deje de ser multiplataforma. Ahora mismo es un juego invisible para mí.