Activision Blizzard ha tomado la decisión de no lanzar un nuevo Call of Duty en 2023, según informa Jason Schreier en
Bloomberg y también sostiene el
freelance Tom Henderson. Esto significa que el próximo año será el primero sin recibir una entrega principal de la franquicia Call of Duty en casi dos décadas. No peligra en ningún caso el lanzamiento de la ya confirmada
secuela de Modern Warfare (2019) y una “nueva experiencia” de Warzone para 2022.
El editor ha decidido posponer el lanzamiento de Call of Duty 2023 después de que Call of Duty: Vanguard (2021) no haya cumplido con las expectativas, una situación que finalmente ha hecho entender a los directivos de la compañía que están lanzando entregas de la saga con demasiada frecuencia. A este desgaste hay que sumarle el éxito de Warzone, un
battle royale free-to-play. No son pocos los jugadores que tienen suficiente con esta experiencia y no ven la necesidad de seguir pagando cada año por la entrega prémium de Call of Duty.
Las fuentes de Bloomberg aseguran que la determinación de retrasar el próximo Call of Duty, un movimiento que podríamos describir de histórico, no tiene nada que ver con la decisión de aceptar la oferta de
compra de Microsoft, que pagará 68.700 millones de dólares por Activision Blizzard.
Sin embargo, esto no significa que en 2023 no vayamos a tener novedades relacionadas con la franquicia Call of Duty. Activision ya está trabajando en rellenar el vacío del próximo año y tiene previsto ofrecer en 2022 un flujo constante de contenido para la secuela de Modern Warfare, que llegará en otoño, y lanzar un nuevo juego online y
free-to-play. Treyarch, el estudio que trabaja en el Call of Duty que se ha retrasado, colabora en el desarrollo del mencionado título gratuito (que podría ser Warzone 2).
A pesar del acuerdo con Microsoft, Activision Blizzard sigue operando de forma autónoma hasta que en 2023 se complete la adquisición con el beneplácito de los reguladores. Una vez se dé este paso la tecnológica estará en posición de cambiar los planes del editor, pero no parece una buena idea empezar una relación modificando una estrategia ideada a largo plazo y cuyo objetivo es oxigenar una saga que muestra claros síntomas de agotamiento. Además, hasta ahora Microsoft ha dado mucha libertad a sus estudios internos.
La campaña navideña ha estado marcada durante casi 20 años por la nueva entrega de Call of Duty, así que el hecho de no tener una en 2023 puede alegrar a más de uno.