Que no se celebre el E3 2021 mediante un formato tradicional, aunque sea reducido, puede suponer un duro golpe para la Entertainment Software Association (ESA). La patronal del videojuego estadounidense ha avanzado su intención de celebrar un E3 virtual de tres días de duración, la misma promesa que hizo el año pasado y que terminó en nada. Asimismo, el formato (y la tarifa) que propone la organización no convence a todo el mundo. A Sony ya no se la espera y otras compañías como Electronic Arts tienen eventos propios.
Además, en 2020 la cancelación del E3 y la pandemia nos permitieron descubrir un sinfín de eventos digitales que nos amenizaron todo el verano con anuncios relevantes cada mes, un contraste con la vomitona de noticias que se produce tradicionalmente durante las dos jornadas de conferencias que propone el evento de la ESA. El Summer Game Fest de Geoff Keighley volverá, aunque durará menos de un mes, y New Game+ Expo, que reúne a un grupo de compañías japonesas, ya ha anunciado un evento para marzo.
Se desconoce qué harán los tres fabricantes de consolas. El año pasado Sony, que antes de la pandemia ya dijo que no iría al E3 2020, organizó eventos digitales para dar a conocer a PlayStation 5 y sus juegos, el mismo formato que usó Microsoft con Xbox Series X (cuyo aspecto ya habíamos visto) y sus juegos first y third-party. Nintendo no celebró un Direct en junio, pero este año ha tenido más tiempo para prepararse.
Por otro lado la Comic-Con de San Diego, que en 50 años se ha cancelado dos veces, celebrará un evento virtual del 23 al 25 de julio y en noviembre lo intentarán con una convención en persona. Pase lo que pase, volverán en 2022 con un evento tradicional (si se puede). Respecto a la Anime Expo, un evento que atrae a más de 100.000 personas, parece que regresará con un evento virtual. El del año pasado reunió a más de 500.000 espectadores. Sin embargo, cancelar este tipo de eventos supone una gran pérdida de turismo.
