Con esta adquisición Microsoft se hace con la exclusiva de las siguientes franquicias: The Elder Scrolls, Fallout, Wolfenstein, Doom, Dishonored, Prey, The Evil Within, Quake y Rage, así como los juegos aún no lanzados Starfield, The Elder Scrolls VI, Ghostwire: Tokyo y Deathloop. Por su parte, Xbox Game Studios se amplía con la incorporación de los siguientes ocho equipos: Bethesda Game Studios, id Software, ZeniMax Online Studios, Arkane, MachineGames, Tango Gameworks, Alpha Dog y Roundhouse Studios. El lote también incluye la tecnología de idTech.
Los grandes beneficiados de esta compra serán los suscriptores de Xbox Game Pass, que a partir de hoy tendrán disponibles todos los juegos desarrollados por Bethesda Softworks desde el día de su lanzamiento, incluyendo los ya anunciados Starfield y The Elder Scrolls VI. Además, próximamente los títulos de Bethesda Softworks ya disponibles deberían incorporarse al catálogo del servicio prémium. Microsoft también ha revelado que Xbox Game Pass ya suma más de 15 millones de usuarios, 5 millones más que el pasado abril.
Ahora The Elder Scrolls VI es de Xbox Game Studios La compra de Bethesda por parte de Microsoft también tiene morbo, ya que Xbox Games Studios pasa a ser la encargada de publicar dos juegos en exclusiva temporal para PlayStation 5: Deathloop y Ghostwire: Tokyo. Ambos títulos estarán disponibles de forma simultánea en PC, pero a Xbox Series llegarán vía Xbox Game Pass cuando termine la exclusividad. Por otro lado, esta adquisición reúne de nuevo a Obsidian y Fallout, una unión que abre la puerta al desarrollo de Fallout New Vegas 2.
No cabe duda de que la compra de Bethesda por parte de Microsoft supondrá un antes y un después para el ecosistema Xbox. También es una muestra de la importancia que Microsoft da a Xbox Game Studios, que en pocos años ha multiplicado el número de equipos de desarrollo a base de adquisiciones como la de Mojang (Minecraft), Double Fine, inXile y Obsidian.
