La apuesta de Paradox Interactive por los juegos de gran estrategia no tiene fin y como nueva muestra de ello tenemos a Victoria 3, la tercera entrega de una franquicia que permite a los jugadores crear una sociedad ideal durante el siglo XIX. El título para PC, que ha sido anunciado en el marco del evento digital PDXCON Remixed y cuyo desarrollo corre a cargo de Paradox Development Studio, estará disponible en Steam, Paradox Store y Xbox Game Pass.
Victoria 3 es un simulador de sociedad que permitirá a los jugadores liderar a “docenas” de naciones (agrícola, industrial, tradicional, radical, pacífica, expansionista...) de todo el mundo desde 1836 hasta 1936. Cada una de las naciones tendrá grupos de población detallados, con sus propias aspiraciones políticas y necesidades económicas, un conjunto de variables que se deberán tener en cuenta a la hora de dar forma a una sociedad que no será ajena a los avances del siglo XIX.
Paradox Development Studio ha identificado cuatro pilares en el diseño de Victoria 3. El principal es construir una nación. Los eventos exteriores afectarán al país, “pero el juego nunca debe depender de la guerra”, dice el desarrollador. Además, todo lo que se puede lograr con la guerra también debe ser posible a través de la diplomacia, que es el segundo pilar. En tercer lugar queda situada la política, que se encuentra en todos los elementos del juego, y por último tenemos los cambios políticos, tecnológicos, culturales, militares y sociales de la era victoriana.
Como en toda sociedad, el sistema económico será de vital importancia para poder ofrecer prosperidad la nación. La industria jugará un papel clave: importar para mantener bajos los precios, exportar para enriquecer a tus ciudadanos, cobrar impuestos, asegurar bienes vitales, tener mano de obra diversificada… Todo ello sin olvidar que la sociedad necesita alimento, educación y seguridad. Si la gente tiene hambre y está privada de sus derechos, la revolución no tardará en iniciarse.
En el exterior esperan otras sociedades que lucharán por el poder y los recursos en base a su cultura, economía e ideología. Para tener influencia más allá de las propias fronteras se podrá recurrir a la diplomacia y la negociación política. Tejer pactos, forjar alianzas o crear rivalidades, todas las opciones son buenas para afianzar una posición en la escena mundial. Y en caso de querer ir más allá siempre existe la opción de provocar una crisis para apoderarse de los recursos o forzar la apertura de nuevos mercados.
