Los números de Xbox no son buenos, pero hay que ponerlos en contexto. Durante el tercer trimestre o Q3 al que se llegó a su fin el 31 de marzo, los ingresos gaming bajaron un 4 % respecto al mismo periodo del año anterior, un descenso que se explica por la caída interanual del 30 % en la venta de hardware que Microsoft atribuye a los problemas de suministro de Xbox Series. Por su parte, los ingresos por contenido y servicios de Xbox, que es sin duda alguna el principal motor de la división, aumentaron un 3 % en comparación con el año pasado gracias al crecimiento del servicio de suscripción Game Pass.
¿Y el contexto? Los ingresos de Xbox ascendieron a 3.607 millones de dólares, la segunda mejor cifra para un tercer trimestre. El récord lo mantiene el tercer trimestre del año pasado (con el que este se compara), cuando Xbox recaudó 3.740 millones de dólares, una cifra nunca antes vista en esta división en un periodo fuera de la campaña navideña.
El negocio de Xbox se encuentra dentro de la división More Personal Computing, que no ha tenido un buen trimestre tras registrar una caída de los ingresos del 9 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este resultado se explica en gran parte por el mal rendimiento de Windows OEM y Dispositivos (Surface), cuyos ingresos interanuales han bajado un 28 % y 30 %, respectivamente.
Si Microsoft ha terminado presentando unos resultados positivos que le han permitido regar a los accionistas con 9.700 millones de dólares entre recompra de acciones y dividendos, se debe en gran parte a la división Intelligent Cloud, cuyos ingresos han subido un 16 % hasta alcanzar los 22.100 millones de dólares. Este aumento corre a cargo de Azure, que junto al resto de servicios en la nube aumenta sus ingresos interanuales un 27 %. Por otro lado, la división Productivity and Business Processes que incluye Office y LinkedIn, aporta 17.500 millones de dólares, un aumento interanual de los ingresos del 11 %.
