Al margen del incremento en la velocidad de reloj, que sucede tanto en el funcionamiento base como en Boost (como referencia, la RX 6750 XT tiene una velocidad Boost de 2.600 MHz frente a los 2.581 MHz de la Radeon 6700 XT) estas nuevas tarjetas aprovechan la mayor disponibilidad de chips de memoria GDDR6 de 18 Gbps para aumentar su ancho de banda, saltando así desde los 16 Gbps y desatascando aquellos juegos que exigen una mayor cantidad de VRAM.
El número de núcleos permanece inalterado, pero el aumento en MHz por pequeño que pueda ser, hace necesario elevar también el TDP. Concretamente, este valor sube 35 W en el caso de la Radeon RX 6950 XT, a la sazón el modelo más potente, mientras que las RX 6650 XT y RX 6750 XT presentan un TDP 20 W más elevado que los modelos en los que se basan. En cualquier caso, siguen siendo cifras manejables.
Tal vez uno de los detalles más significativos de estas tarjetas es que por primera vez desde que comenzó la crisis de los semiconductores, su PVP es realista. Con esto no queremos decir que sean tarjetas asequibles, sino todo lo contrario: ahora AMD declara un precio ajustado a la realidad del mercado, cuando lo normal hasta era dar tarifas irrisorias en relación a lo que se estaba pagando en las tiendas y encontrarse así con tarjetas de 300 euros vendiéndose por 800 euros.
Ya en fase de despliegue, los precios quedan de la siguiente forma:
Radeon RX 6950 XT 16 GB: 1.099 dólares en EEUU
Radeon RX 6750 XT 12 GB: 549 dólares en EEUU
Radeon RX 6650 XT 8 GB: 399 dólares en EEUU
Cabe señalar que los modelos RX 6700 XT y RX 6900 XT seguirán fabricándose, lo cual, unido al desplome del cripto, posiblemente implicará una caída importante en los precios de estas tarjetas más antiguas.