Noticia original: A mediados de abril Apple y Google anunciaron que estaban trabajando en una API diseñada para crear herramientas de seguimiento de contactos con el fin de evitar la difusión del coronavirus. Su idea general es generar un sistema de rastreo voluntario mediante Bluetooth LE con la que seguir el contacto de los usuarios de forma anónima, de forma que si uno de ellos es diagnosticado con COVID-19, automáticamente pueda alertar a las personas que se hayan podido encontrar en sus inmediaciones. Hoy, ambas compañías han anunciado que su API ya está disponible.
Según han señalado en un comunicado conjunto, 22 países ya han solicitado acceso a la API para al menos explorar la posibilidad de desarrollar sus propias aplicaciones de seguimiento de contactos. La idea es que el máximo número de países utilicen la misma API para garantizar una mayor interoperabilidad, pero también para reducir al máximo el tiempo de desarrollo al no tener que lanzar aplicaciones específicas como ya han hecho Australia y Singapur.
Las aplicaciones desarrolladas con esta API serán en principio respetuosas con la privacidad de los usuarios, puesto que no podrán acceder a los datos de identificación del usuario ni localizarlos en un mapa. Su único propósito es señalar si una persona en una red de contacto ha podido estar expuesta al coronavirus para que adopte medidas de protección en su entorno y se someta a una prueba si es necesario.
Estas limitaciones de acceso han hecho que países como Francia, que quiere centralizar los datos recogidos en un servidor en lugar de mantenerlos en los teléfonos de cada usuario, ya hayan anunciado que no utilizarán la API de Apple y Google, sino sus propias aplicaciones desarrolladas desde cero. Otros como Alemania, sin embargo, están explorando la API en cuestión para su uso en sus aplicaciones de rastreo. Por ahora se desconoce la postura del Ministerio de Sanidad en España.