Fuentes consultadas por Gurman, cuya fiabilidad es tal que podría pensarse que tiene acceso a los plannings de Apple, indican que la renovación del iPad Pro servirá para introducir novedades de gran calado, como un chip M3 derivado de los vistos en su gama de equipos portátiles (que supondría un buen salto frente al actual M2), pantallas OLED y un nuevo teclado opcional Magic Keyboard con más espacio para el trackpad, reconociendo así una de sus mayores deficiencias.
En cuanto a los tamaños, la nueva familia iPad Pro estaría formada por modelos de 11 y 13 pulgadas (actualmente toca techo en el iPad Pro de 12,9 pulgadas).
Como argumentan en The Verge, los cambios de hardware parecen notables y sin duda serían necesarios para evitar el anquilosamiento de la gama, aunque lo que de verdad hace falta para devolver la ilusión al segmento es una reorientación del software. Apple comercializa el iPad Pro como una máquina mucho más capaz que un iPad convencional, comparable casi a un ordenador portátil en algunos aspectos, pero su flexibilidad es limitada y, de hecho, un iPad convencional puede suplirlo para numerosas labores desde que se le añadió soporte para el lápiz Apple Pencil, restando peso a sus argumentos de venta.
Si Apple decide remozar el software para acompañar al nuevo hardware, es algo que sabremos cuando lance el nuevo iPad Pro en la primavera o el verano de 2024, y es que no formará parte de la lista de novedades del evento especial que tendrá lugar a mediados de septiembre. Será entonces cuando deberíamos conocer los nuevos iPhone y Apple Watch, que también ultima una gran actualización para 2024.